Uruguayo, argentinizado. ©

Somos uruguayos, y ya por ello somos distintos a otras nacionalidades, tenemos un territorio distinto a otro país, y somos otro país.  Nos encanta hablar de que los uruguayos somos algo así como únicos, culturalmente distintos, futbolísticamente distintos, etc. en fin, mentalmente distinto a los argentinos. La pregunta es ¿lo somos?

Nos creemos superior en cultura, en comportamiento, en vinculación social, a nuestra capacidad de análisis mayor y mejor que la de nuestros “hermanos argentinos”, sin embargo aunque nos cueste reconocer, estamos argentinizados.  El programa más visto en la televisión uruguaya es argentino, se llama “Bailando por un sueño” y es conducido por Marcelo Tinelli.  Es también el más visto en Argentina.

Agreguemos a lo anterior, que nosotros, que somos “distintos” en intereses y procuramos diferenciarnos de los argentinos,  tenemos que las dos revistas más leídas en Uruguay son Caras y Gente respectivamente.  Revistas armadas con temas nacionales para necesidad de nuestro ego soberano, pero en un formato importado, en el estilo, e incluso en el nombre de las revistas de origen argentino.

Ahora bien, resumir la argentinización a varios programas de televisión que nos “invaden” y a un par de revistas que leemos sería un razonamiento simplista.  Por ello es necesario agregar más información sobre la argentinización que venimos hablando, y para ello aportaremos más elementos.

En fútbol se sabe más del argentino que de cualquier otro de Sudamérica, fácilmente podremos nombrar quince equipos argentinos pero dudo que lleguemos a quince brasileros, y con suerte llegaremos a diez paraguayos o chilenos.  Nuestra violencia en el deporte es “estilo argentino”.

Es común y normal, hablar del arrebato “violento” con el que suelen reclamar y hacer sus demandas los argentinos, actitud que denotamos poco civilizada y no digna de una sociedad madura.  Sin embargo, nuestra forma de hacer reivindicaciones se está argentinizando.  Mucho hemos escuchado de piquetes y cortes de ruta, de hecho seguimos sufriendo uno por nuestros “hermanos argentinos” que cortaron el tránsito de personas en un puente internacional.  Un reclamo que entendimos posible, pero una medida que solo la vemos irracional y sin sentido.  Nuestras formas de protestas se están argentinizando.

Nos rasgamos las vestiduras si en cualquier lugar del mundo nos confunden con argentinos, preferimos que nos digan chilenos, bolivianos o paraguayos, pero argentinos por favor, No!!  Recientemente en una entrevista, un periodista argentino le comentaba al escritor uruguayo Eduardo Galeano: “nosotros queremos más a los uruguayos de lo que ustedes nos quieren a nosotros”;  Galeano elegante e inteligente, con una sonrisa respondió: “es que no somos merecedores de ese amor”.

Aunque nos cueste reconocerlo, muy en el fondo (o muy en la superficie) somos casi una provincia argentina más.  El problema es que nos cuesta admitirlo.

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"Hombre mediocre:  Aquel que considera que quien no piensa como él, es mediocre" Griseldo Fontán